domingo, 24 de noviembre de 2013

Bornos, el Primer Vía Crucis de España.

Retrato real de D. Fadrique
La decisión de crear este blog un 24 de noviembre tiene su explicación. Fue un 24 de noviembre del año 1518, hace nada menos que 495 años, cuando se inició un viaje que sería ejecutado por aquel Ribera de profunda formación religiosa que ostentaba el Marquesado de Tarifa y el Señorío de Bornos, entre otros títulos. Nuestro personaje histórico se llamaba don Fadrique Enríquez de Ribera. Partió nuestro hombre desde su villa de Bornos hacia tierras de Jerusalén un 24 de noviembre de 1518 y llegó a Sevilla un par de años después, el 20 de octubre de 1520, después de atravesar por varios paises de Europa hasta llegar a Tierra Santa. A su vuelta a España instauró el Vía Crucis en Bornos desde la puerta del monasterio jerónimo de Santa María del Rosario hasta el humilladero de la Cruz de Esperilla. En Sevilla hizo lo mismo desde su Casa de Pilatos hasta la Cruz del Campo. Vía Crucis es un término latino que en español significa "Camino de la Cruz". Se refiere al camino que recorrió nuestro Señor Jesucristo cargado con la Cruz desde el Pretorio de Pilato hasta el monte Calvario y, en éste, desde que fue clavado en el patíbulo hasta ser colocado en el sepulcro. Consta de catorce escenas “pasos” o episodios que reciben el nombre de estaciones, por constituir momentos de parada o descanso. La tradición señala que entre el Pretorio y el Calvario hay 1.321 pasos, equivalentes a 997,13 metros. Y esa medida fue la que planteó don Fadrique para erigir su vía crucis bornense.

Libro del viaje
¿Se puede decir que Bornos fue el germen de la Semana Santa tal como la conocemos hoy día en Andalucía? La respuesta es que sí. El Vía Crucis no fue el origen y causa primera de la representación de la Semana Santa, pero sí fue un elemento decisivo en la formación de la religiosidad popular en torno a la Pasión, junto a las representaciones litúrgicas, el movimiento de los flagelantes, la devoción a la Vera+Cruz o los frutos de las predicaciones cuaresmales. Lo que sí se puede afirmar tajantemente es que tanto el vía crucis de Bornos como el de Sevilla son el origen de la Semana Santa tal como la conocemos hoy día con sus escenas pasionistas portadas por costaleros o cargadores. Así lo investigó don Joaquín González Moreno en los archivos de Medinaceli, documentación que por el año 1957 se encontraba en Madrid.

Puerta de los jerónimos en 1954
¿Cuándo se erigió en Bornos el Vía Crucis a la Cruz de Esperilla? A la llegada de su viaje en 1520, don Fadrique trajo consigo gran cantidad de estatuas, libros, bulas y privilegios para sus casas de Sevilla y Bornos. Entre estas gracias espirituales hay que encuadrar la práctica del Vía Crucis, que estableció en ambas poblaciones. Por eso, con casi total seguridad, el Vía Crucis de Bornos se instauraría en la cuaresma del año 1521 como se hizo en Sevilla ya que Fadrique trajo privilegios para ambas poblaciones. Pero, aún hoy, habría que constatar el dato en los archivos de Medinaceli. ¿Por qué decimos que Bornos fue el germen del Primer Via Crucis de España? De sobra sabemos que fue en Bornos y en Sevilla donde se erigieron sendos via crucis. Aun no conociendo el dato exacto de la instauración del ejercicio a la Cruz de Esperilla, decimos que nuestro pueblo fue el germen porque toda la aventura comenzó en Bornos un 24 de noviembre de 1518, lugar y fecha en la que don Fadrique inició esta aventura que culminó, tres años después, con el tan piadoso ejercicio del Vía Crucis.

Ruinas actuales de la Cruz Esperilla 
Se ha magnificado un poco el papel que el ejercicio del Vía Crucis jugó en el nacimiento de las corporaciones y de las estaciones de penitencia. Algunas hermandades existían bastante tiempo antes que el piadoso ejercicio y muchas de ellas nacidas en el siglo XVI no tienen ninguna relación con el mismo. Esta estación participaba más de las características de una romería que de una procesión urbana, a ello debía ayudar, en su caso, la climatología primaveral y la percepción de los ricos olores de una vegetación que se abre a la vida en el tiempo de la Cuaresma; pero difícilmente soportable si se producían las lluvias que habían de convertir en un fangal y hacer intransitable el itinerario. El itinerario estaba flanqueado por cruces de madera y altares portátiles que, decentemente aderezados, señalaban los pasajes del Vía Crucis. No sabemos si se mantenían durante toda la Cuaresma o se desmontaban y erigían cada viernes, día señalado para la celebración del ejercicio.

Frasquita Larrea, en su Diario de Bornos,describe un 4 de mayo del año 1826 la siguiente pintoresca imagen: “A un cuarto de Legua de aquí hay una cruz que llaman de Esperilla. En el día 3 de mayo la gente del campo la adornan con flores, y todo el pueblo va allí de paseo por la tarde. Se va por las laderas que están más allá del Nacimiento. Nosotros nos colocamos sobre la acequia cubierta que está junto al manantial, que por estar en alto, nos proporcionaba a un mismo tiempo la vista del camino y la de las montañas y campiñas. El paisaje era admirable. De un lado todo era movimiento, del otro todo reposo. Por el uno, la variedad de los colores del ropaje de tantas mujeres, el sonido de las guitarras, la grita de los muchachos, todo era vida y bullicio. Por el otro, todo era sublimidad y sosiego. Grandes moles de nubes se habían encaramado sobre la cordillera, y se estaban tan inmóviles y reflejaban tan igualmente los visos que les dispensaban los últimos rayos del sol, que el horizonte parecía estar cercado por peñascos de nácar”. 


Mapa del viaje
Parece ser que en Bornos, por Cuaresma, se siguieron realizando los ejercicios del Vía Crucis de Esperilla (pues existen varios más en la población como el de los franciscanos, el de clarisas etc.) hasta el siglo XIX, pero también sabemos que hasta la Cruz de Esperilla existía y llegaba una romería de mayo, tal como lo detalla Frasquita Larrea. Sería justo y bueno para el futuro de nuestro municipio que las instituciones se pusieran de acuerdo para restaurar el humilladero de la Cruz de Esperilla, que actualmente se encuentra en ruinas, y colocar una nueva cruz en forja que recordase tan importante efeméride. Y por qué no, refundar de nuevo el antiguo Vía Crucis y la romería de primavera. Todo está en la voluntad del pueblo. 

Llegada histórica del Nazareno y Nuestra Señora
 a la puerta de los jerónimos el pasado
23 nov. de 2013
A.M.G.P.